lunes, 2 de enero de 2012

PRIMER Y UNICO CONGRESO DE LA POLICIA NACIONAL SOBRE SEGURIDAD PUBLICA (13 y 14 de junio de 2002):

   
         El PRIMER CONGRESO POLICIAL SOBRE SEGURIDAD PUBLICA tuvo lugar los días 13 y 14 de junio del 2002,  en las instalaciones de la Dirección General de los Institutos Policiales de Enseñanza, con  más de 200  participantes, entre Oficiales, Suboficiales y Funcionarios.

     Fue convocado por el entonces Comandante SIXTO MAURO RAMIREZ, en circunstancia de tremendas crispaciones institucionales. Cuando el Congreso culminó, la crisis se había desinflado considerablemente y el Comandante ya ni siquiera prestó atención a los resultados.

        El  objetivo esencial del  mismo era  que un grupo representativo de todos los estamentos componentes de la institución, analice  la  situación por la que  atraviesa la Policía Nacional y sugiera soluciones razonables al respecto.

        Las  EXPOSICIONES y los DEBATES fueron desarrollados en un excelente ambiente de camaradería, con demostración de elevada madurez y de amplio conocimiento y conciencia  del delicado momento institucional.

       Las  CONCLUSIONES   a que dicho Congreso arribó son:

       SITUACION ACTUAL DE LA INSTITUCION:

1.      Insuficiente cantidad de recursos humanos, con  un promedio de 1,8 policías por cada mil habitantes, siendo la media  mundial, para un servicio eficaz,   de 4 policías por cada mil habitantes.

2.      Inadecuada  administración de los recursos humanos (cantidad mayor de la necesaria en funciones administrativas, asignación de gran cantidad de personal uniformado a dichas actividades en detrimento de los trabajos operativos, nombramiento de personal  sin reunirse los requisitos de la idoneidad para las funciones a ser destinado, etc. etc.).

3.      Falta de atención  al  cuadro de Suboficiales y al personal civil. Unos como otros  deben ser  adiestrados, estimulados y promocionados conforme a sus grados, categorías y pertinentes funciones  específicas a cumplir.

4.      Dispersión del personal  en  custodia de personas con  reclusión domiciliaria  por disposición de  la Justicia Ordinaria.

5.      Prebendarismo (designaciones digitadas, sin consideración de méritos, aptitudes, capacidades).

6.      Excesiva carga horaria del personal operativo, que  trabaja  un promedio de 12 horas diarias,  con  incidencia negativa  en  su  rendimiento y efectividad.

7.      Carencia de un sistema de atención a la salud  que dignifique al personal y su familia.

8.      Desvalorización social de la función policial.  En general,  el policía es mal calificado y cuestionado  por la generalidad de los ciudadanos.

9.      Los frecuentes hechos delictivos en que se ven involucrados efectivos policiales  últimamente,  profundizan la desconfianza de la comunidad  hacia su Policía.

10.  Ante la  ineficaz o inoportuna  respuesta a los requerimientos ciudadanos, la comunidad no ve a su  Policía como un factor que incremente la seguridad. La población considera que la Policía no es eficaz y no cumple su misión de prevenir el crimen y proteger a los ciudadanos. La comunidad espera  mucho más de su Policía.

11.  El policía no busca  respaldo ciudadano en su labor. Entiende que  el uso de la fuerza es el único recurso con que cuenta para hacer su trabajo.  Los derechos humanos son entendidos como obstructores de la acción policial. El policía no comprende que la  función principal de la institución es no solamente respetar los derechos humanos, sino garantizar su plena vigencia.

12.  En la PN, en materia de relaciones con la comunidad, no existen políticas ni estrategias.  Apenas se han dado iniciativas personales y aisladas en el terreno.  En general, los miembros de la Institución no entienden el valor del relacionamiento con la comunidad y de las estrategias de policía comunitaria.  Más aun, no las conocen.

13.  La previsión del Reglamento Orgánico Funcional en cuanto a los Consejos Asesores Comunales, no es aplicada por la mayoría de las  Comisarías. Dichos Consejos   se constituyen en valiosos  espacios de comunicación y coordinación con la  comunidad. Desafortunadamente, los existentes sólo son  utilizados para apoyar material y logísticamente a las dependencias  policiales respectivas.    Debe observarse que si bien este hecho refleja que las comunidades están conscientes de los pocos recursos con que cuenta la Institución, también propicia ciertos manejos no claros,  ya  que las donaciones  en dinero o equipamientos no están sujetos a los controles normales, ni por parte de la comunidad ni del Estado. 

14.  Inadecuada  infraestructura edilicia de las dependencias policiales, principalmente en el interior del país.

15.  Insuficiente cantidad de vehículos automotores, combustibles, lubricantes, armamentos, municiones y equipos, con medios de comunicaciones (sistemas UHF, VHF y telefónico) totalmente obsoletos y vulnerables. 

16.  Impunidad institucional (silencio cómplice en  casos de  faltas a los deberes policiales o hechos de corrupción).

17.  Carencia de un sistema de control efectivo de la conducta  y  de las actividades privadas del personal.

18.  Concepto distorsionado de la disciplina (cumplimiento de disposiciones ilegales y antirreglamentarias emanadas de los Superiores).

19.  Presión e instigación a personal subalterno, para logro de  beneficios económicos por medios indebidos.

20.  Selección deficitaria de ingresantes a los cuadros de la Institución.

21.  Interferencias e influencias políticas en las decisiones y operaciones policiales, afectando incluso la carrera policial y alterando nombramientos, asignaciones o traslados.

       SOLUCIONES  SUGERIDAS:


1.      Racionalizar y redistribuir los recursos humanos.  Destinar la mayor parte del personal uniformado a funciones operativas y capacitar al personal civil para encargarse de los trabajos administrativos.

2.      Elaboración e implementación del “Plan de Carrera” o  “Reglamento de Destino” (acceso a los cargos por méritos, aptitudes, antigüedad), de manera a eliminar el padrinazgo, los contactos políticos, el amiguismo, el compadrazgo, etc.

3.      En tanto se lleve a la práctica lo sugerido en el numeral “2”, numerar  las dependencias por orden de importancia de uno al dos mil e implementar el acceso a las jefaturas de las mismas por estricta antigüedad,  con excepción  del Comandante y Subcomandante,  cuya designación es de exclusiva potestad del Presidente de la República.   El acceso a los  cargos  de este modo, propiciará que el personal cuide su conducta y se favorezca la disciplina.

4.      Tercerizar la selección del personal ingresante a los institutos de formación  (COLEPOL y  Escuela de Suboficiales) y reglamentar el nombramiento  de  los funcionarios, en base a concurso de méritos y aptitudes, conforme a las necesidades del servicio, de tal modo a evitar las presiones o injerencias extrainstitucionales.

5.      Implementar sistema de concurso de méritos de Profesores, para el acceso a la tarea docente, con miras a lograr la excelencia en la formación técnico – profesional del personal policial.

6.      Elaborar e implementar un Reglamento para Servicios Extraordinarios (cobertura de eventos deportivos, sociales, de entes financieros, etc.).

7.      Promover la capacitación y actualización permanente del personal.

8.      Gestionar el incremento de los salarios,  especialmente Suboficiales y personal civil, conforme a los años de servicio, tomando como parámetro el sueldo correspondiente al grado de Comisario.  Tener en consideración que el bajo salario es un factor que propicia la corrupción y dificulta la incorporación de personal de calidad aceptable o de mejor nivel.

9.      Racionalizar  y humanizar  los  traslados y destinos del personal, conforme al “Reglamento de Destino” o “Plan de Carrera”, junto con una campaña de concienciación del personal, en el sentido de someterse a métodos de planificación familiar y  a  ejercer  la paternidad en forma responsable.

10.  Diseñar e implementar  planes y programas de asistencia social y sanitaria, descentralizando la atención a la salud  a través de la construcción y puesta en funcionamiento de centros asistenciales regionales o suscribiendo convenios con entidades privadas del ramo.

11.  Diseñar y ejecutar  un programa de relacionamiento   con la comunidad para todo el país, en que estén previstos:

a)      Creación de servicios de información pública sobre la función y las tareas policiales;
b)      Realización  de sondeos y encuestas de opinión,  para medir y analizar las percepciones, tanto de la ciudadanía como de los componentes de la institución, en forma periódica;
c)      Desarrollo de acciones tendientes a reafirmar la importancia de la prevención del delito, inculcando  a la ciudadanía el principio de solidaridad y reforzando el concepto de la responsabilidad ciudadana en materia de seguridad, pudiendo mencionarse las actividades de información a través de los medios periodísticos (radial, escrito y televisivo), como así también distribución de  folletos y proyección de películas, y los programas de educación cívica, poniendo  énfasis en las precauciones ciudadanas para no ser víctimas de delitos  y en el fortalecimiento de las llamadas medidas de autoprotección;
d)     Promoción  y asesoramiento de sistemas de acción policial de prevención y participación ciudadana, tales como las visitas programadas y periódicas a barrios,  hogares,  comisiones vecinales e instituciones educativas;

e)      Supervisión y asesoramiento a través de las Comisarías en la creación y organización de comités de seguridad  vecinal; 
f)       Divulgación de las funciones y actividades de auxilio  realizadas por la Policía (Centro de Operaciones Policiales, Agrupación de Bomberos y otras dependencias);
g)      Mayor aprovechamiento y fortalecimiento  de la Biblioteca y  de la Radio de la Policía, para dar participación más  activa y directa a la ciudadanía en los temas de seguridad;
h)      Mecanismos de control, seguimiento y evaluación de  la ejecución del programa, a través de las Direcciones de Zonas.

12.  En  base al PROGRAMA  a ser ejecutado a nivel nacional, formar y capacitar a los Jefes de Comisarías   en su carácter de líder comunitario,  para implementar adecuadamente los trabajos conjuntos  con la comunidad.

13.  Impulsar un verdadero proceso que permita cambiar la cultura institucional en la materia, formar  personal y poner en práctica técnica de relacionamiento con  la comunidad, tendiente  a que el trabajo policial sea comprendido, reconocido, aceptado  y valorado.

14.  Promover la modificación de la Ley 222/93 Orgánica de la Policía Nacional, con el objetivo de posibilitar cambios estructurales destinados a una mejor prestación de servicio (creación de la Dirección General de Recursos Humanos y otras dependencias) y la modificación de los años de servicio para los ascensos, de tal modo que al grado de Comisario General se acceda a los  treinta años de servicio cumplidos.

15.  Facilitar el acceso del personal a estudios universitarios y  crear la Universidad Privada Policial, con las Facultades de Derecho, Criminalística (ya existente) y Ciencias  Policiales.

16.  Cambiar el sistema educativo, en base a los siguientes lineamientos:

a)      Admitir como Cadetes a profesionales egresados universitarios,  que cursarán  un año de estudio,  de acuerdo a las necesidades del servicio y conforme al Reglamento.
b)      Aumentar a dos años la etapa de formación de los Aspirantes a Suboficiales y dotarlos de infraestructura edilicia adecuada, mobiliario, insumos alimenticios y otros elementos necesarios para su formación.
c)      Modificar el plan curricular del Colegio de Policía, incluyendo materias en las áreas de relaciones con la comunidad (en base al programa elaborado, a ser implementado en las Comisarías),  comunicaciones, planificación y operaciones, administración de recursos humanos, informática avanzada,  inteligencia y operaciones tácticas.

17.  Gestionar que la Policía Nacional tenga facultad de control  sobre el tráfico vehicular en  las rutas nacionales e internacionales,   como asimismo  el control migratorio  en todo el país,  especialmente en las fronteras, aduanas y aeropuertos.

18.  Realizar cursos de capacitación regional en el área jurídico - legal y mejorar el relacionamiento interinstitucional con el Ministerio Público.

19.  Sugerir la modificación de algunos artículos del Código Penal, incluyendo la tipificación de las faltas y sanciones.

20.  Solicitar la modificación de algunos artículos del Código Procesal Penal, en lo referente a:

a)      Que los marginales reincidentes no sean beneficiados con la medida sustitutiva de prisión.
b)      Los  aprehendidos por hechos punibles graves por primera vez, que permanezcan por los menos tres meses en prisión para luego ser beneficiados con  medidas sustitutivas.

21.  Peticionar la modificación de la Ley que regula las manifestaciones públicas, incluyendo las sanciones a los infractores.

REFLEXIONES SOBRE LA INSEGURIDAD PUBLICA. PROBLEMAS Y ALTERNATIVAS ACTUALES: PANORAMA CONTINENTAL DEL TEMA


La SEGURIDAD, no obstante ser después de la vida y la libertad, uno de  los bienes jurídicos más protegidos por los Derechos Humanos y las Constituciones democráticas del mundo,  y aun cuanto es sabido que ella constituye la base fundamental del DESARROLLO, en los países menos desarrollados, entre ellos  Paraguay, hasta hoy no ha sido objeto del  estudio y  la  atención que se merece.

En lo atinente a la SEGURIDAD CIUDADANA,  el concepto ha cambiado  considerablemente, tendiendo  a dejar de  ser competencia exclusiva del Estado. La sociedad civil está  evolucionando hacia una concientización del problema y trata de organizarse para desarrollar acciones más efectivas, acorde a sus necesidades. Una vía muy efectiva está siendo la integración de los cuerpos policiales con  vecinos de sectores específicos. Hay experiencias exitosas al respecto. Se citan los ejemplos de la Policía Comunitaria del Japón, la Policía de Proximidad de España y la Policía británica. En Paraguay hay tentativas muy incipientes en tal sentido.

El problema ha tomado dimensiones tales que rebaza acciones coyunturales. No basta con dar respuestas drásticas  por parte del Estado (aumento de la cantidad de policías en las calles, por ejemplo, lo cual no es sino evidenciar aún más la  inseguridad). Las asociaciones civiles, es cierto, en coordinación con los órganos de seguridad, toman algunas medidas que minimizan en algo su expresión, pero le corresponde al Estado las acciones más importantes, considerando que el problema de la seguridad pública  deriva de la problemática de la seguridad social. En la medida que se pueda  dar respuestas integradas al problema de la salud, educación, capacitación, trabajo, recreación, etc., se incidirá  favorablemente en el problema de la seguridad pública. Una vía de acción prioritaria es la prevención. Lamentablemente el presupuesto asignado a PREVENCION es exiguo  para desarrollar programas al respecto. El área de prevención  es amplísima, abarcando aspectos relacionados con la educación en el hogar, en la Escuela Primaria y en el Colegio Secundario, satisfacción de las necesidades primarias de la población, la reinserción a una vida sin delinquir  de ex delincuentes, etc.

En algunos países, Paraguay entre ellos, el Estado carece de  una POLITICA DE SEGURIDAD a nivel nacional. Por tanto, sus órganos de seguridad, como es de suponer, actúan como "molinos de viento", ya que carecen de un "Norte" hacia donde dirigir, de modo coherente y planificado, sus esfuerzos.

Podemos decir en conclusión, que los temas referidos a  la SEGURIDAD están adquiriendo cada vez ribetes de mayor trascendencia y deben ser objetos de profunda reflexión, no solamente por parte de las autoridades representativas del Estado, sino de la ciudadanía que ansía vivir en paz y tranquilidad. La democracia no significa debilidad frente a la delincuencia. Es inadmisible que DEMOCRACIA sea sinónima de INSEGURIDAD. La SEGURIDAD es derecho de los ciudadanos. Es deber del Estado garantizarla.